lunes, 24 de octubre de 2011

Luego de 33 años, el silencio y la impunidad fueron superados


La capital entrerriana tuvo su primer juicio por la verdad. Una multitud se hizo presente frente
a la Cámara Federal de Apelaciones. Una jornada que marcará un punto de inflexión en la historia

Marcelo Medina
De la Redacción de UNO

Calle 25 de Mayo se convirtió ayer en una gran tribuna. Una multitud de jóvenes, viejos y niños se paró frente a la Cámara Federal de Apelaciones a observar las imágenes del interior del recinto que emitían dos plasmas colocados en el frente del edificio. Algunos cantaban, otros charlaban, pero todos hacían algo para canalizar la ansiedad.
A las 17.20 el silencio se hizo sentir. Alguien avisó que ya empezaba la lectura de la sentencia. Nadie más habló. Todos los que pudieron fijaron sus miradas en los monitores, otros sólo escucharon el fallo a la distancia imposibilitados por la gran cantidad de gente que se acercó a escuchar el cierre de un juicio histórico.
Un grito, mil voces, aplausos y silbidos se mezclaron cuando culminó todo. Se cerró una causa, pero se abrió otra que viene llena de esperanza. De inmediato, comenzó a retumbar el apodo del director de está película de la vida: Mencho (por Guillermo Germano). No se necesitaba aclarar su apellido, toda la gente sabía de quién se hablaba. "Haber conocido al Mencho me pone muy feliz. Yo era bastante negativo al principio, pero el Mencho no te dejaba ser pesimista y te motivaba", dijo a UNO Sebastián Álvarez, hermano de Sabrina Gullino.
"Él fue el primero que denunció y nos hizo siempre sentir que íbamos a llegar a condenar a los culpables, lástima que se fue", resaltó Álvarez, quien aseguró que el juicio dejó una puerta abierta para investigar dónde está su hermano.
El joven, visiblemente emocionado, destacó la valentía de las enfermeras que declararon en el debate y criticó la falta de colaboración de los médicos, en especial del Instituto Privado de Pediatría de Paraná.
"Estamos felices"
María Luz Piérola, integrante de la Asociación de Familiares y Amigos de Desaparecidos de Entre Ríos (Afader), se consideró feliz por lograr una sentencia. "Hacía 30 años que veníamos peleando por esto y vamos a ir por más; si hay que hacer alguna estrategia legal se hará en su momento, pero se logró sentar en el banquillo a estos represores y eso es muy bueno", precisó.
Piérola reiteró: "Estamos felices logrando en Entre Ríos la condena a los genocidas y eso no es poco. La sociedad entrerriana los está condenando hace rato y por eso festejamos, ya que se logró lo que queríamos".

"Haber conocido al Mencho me pone muy feliz", dijo a UNO Sebastián Álvarez.

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