sábado, 31 de marzo de 2012

El Tribunal Federal duda sobre Díaz Bessone y dilata la decisión

Abogados querellantes (Foto: UNO/Juan Ignacio Pereira).
El TOF de Paraná no resolvió si el represor será juzgado en la causa Harguindeguy y hubo malestar en la sala. Los peritos de la Corte Suprema de Justicia recomendaron nuevos estudios

Alfredo Hoffman / De la redacción de UNO

El Tribunal Oral Federal de Paraná, presidido por Lilia Carnero, no resolvió ayer si el represor Ramón Genaro Díaz Bessone –dos veces condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad– será juzgado en Paraná en el juicio por la causa Harguindeguy, en el que se investigan cuatro desapariciones forzadas y otras graves violaciones a los derechos humanos cometidas en la costa del Uruguay durante la última dictadura cívico-militar. Los jueces postergaron la decisión para el miércoles 4, oportunidad en la que podrían ordenar nuevos estudios médicos que retrasarían todavía más la definición sobre este imputado y el inicio mismo del debate.

Ayer fue evidente el malestar que causó entre el público presente en la sala la decisión del TOF de no emitir la resolución que había anunciado el jueves, sobre el pedido de la defensa de Díaz Bessone de que se lo excluya del juicio por aplicación del artículo 77 del Código Procesal Penal, que habla de la “incapacidad mental sobreviniente” como requisito para la suspensión del proceso. En lugar de dar su veredicto, los magistrados prepararon una videoconferencia con Buenos Aires, durante la cual los médicos del Cuerpo Médico Forense (CMF) de la Corte Suprema hicieron comentarios sobre el informe que emitieron el 1º de marzo acerca de la salud del represor.

La presidenta del tribunal aseguró que esa videoconferencia sería la “última medida probatoria para dilucidar la cuestión”. Sin embargo, los médicos de la Corte recomendaron realizar nuevos estudios y los magistrados pidieron precisiones sobre los tiempos que ello demandaría, lo que hace prever que podrían ordenar esas prácticas y el asunto se dilataría entonces aún más.

Los abogados querellantes se opusieron a la realización de ese contacto con el CMF, porque no se había previsto la participación de peritos de parte, e hicieron reserva de recurrir en casación. Carnero no le concedió el uso de la palabra al letrado Álvaro Piérola, en una situación que generó tensión en la sala. Luego Carnero reprendió en otras oportunidades a otros abogados querellantes. El jueves había procedido de manera similar con el fiscal José Ignacio Candioti, a quien acusó de, supuestamente, no haber prestado atención al defensor oficial.

El abogado querellante Rubén Pagliotto, luego de la audiencia, dijo a UNO que lo sucedido fue “un retroceso”, y opinó: “Personalmente noto que el tribunal está dubitativo, está confundido. No le asigno ninguna intencionalidad porque conozco de la integridad de sus miembros. Pero veo que frente a una causa tan enorme, que tiene la importancia de sentar por primera vez a Albano Harguindeguy en el banquillo de los acusados, se extravía en demasiado formalismo”.

También dijo haber quedado “desorientado” cuando se volvió a postergar la decisión sobre Díaz Bessone, sobre todo cuando hasta el miércoles, cuando se realizó el contacto “de visu” con el represor, estaba claro que no tenía alteradas sus capacidades cognitivas y sólo se buscaba dilucidar si podía trasladarse para participar de las audiencias por videoconferencia. Además lamentó que con estas demoras, el juicio no terminará este año.

La opinión del CMF 
Por videoconferencia, tres miembros del Cuerpo Médico Forense de la Nación, Esteban Toro Martínez (psiquiatra), Celminia Guzmán (neuróloga) y Mónica Herrán (psicóloga), explicaron los alcances del informe del 1º de marzo, que fue el que tomó el TOF de Rosario para seguir adelante con el enjuiciamiento a Díaz Bessone y dictarle condena a prisión perpetua el lunes.

Los profesionales reiteraron que el procesado no está en condiciones físicas de estar presente en audiencias de debate, pero sí puede seguir el juicio desde su domicilio. Ante las preguntas de los jueces, señalaron que puede entender si una sentencia es absolutoria o condenatoria, puede recibir una imputación de 31 hechos como en esta causa, ofrecer pruebas de descargo y participar de un careo. Estos tres últimos actos, aclararon, deberían producirse respetando sus tiempos, hablándole más pausadamente, a raíz de su deterioro cognitivo leve a moderado.

Sobre la mudez que experimenta por estos días el imputado –en oportunidades se niega a hablar– los profesionales dijeron que no son de la idea de que se deba a que carezca de facultad de comprender, sino más bien a que no quiere responder.

Sin embargo, para dar más precisión a las inquietudes del tribunal, recomendaron realizar nuevos estudios físicos y psíquicos, como una resonancia magnética de cerebro, un test de psicodiagnóstico, un ecodoppler y otros tantos, los cuales se harían en la sede del CMF en Buenos Aires.

Al finalizar la audiencia, Carnero abrió un cuarto intermedio hasta el 4 de abril a las 10 “para resolver esta cuestión”. Se entendió que definirá sobre el pedido de suspensión del proceso hecho por la defensa, aunque también podría ordenar los nuevos estudios.

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