jueves, 12 de abril de 2012

Los represores prefieren por ahora mantenerse en silencio

Juan Mondragón, conocido como "Juan del Gualeyán"
(Foto: UNO/Juan Ignacio Pereira)
Se inició la etapa de debate en el juicio por la causa Harguindeguy. Los acusados no declararon. La audiencia empezó más tarde porque se olvidaron de trasladar a uno de los imputados

En la sexta jornada del juicio oral y público por delitos de lesa humanidad que se desarrolla en Paraná, que tiene como principal imputado al exministro de la dictadura Albano Harguindeguy, ninguno de los ocho imputados accedió a prestar declaración indagatoria. Algunos, sin embargo, dijeron que lo harían luego de conversar con el defensor oficial.

El juicio por crímenes cometidos en la costa del Uruguay entró ayer en la instancia de debate, una vez resuelta la situación de Ramón Genaro Díaz Bessone, quien fue separado del juicio por una alegada incapacidad psíquica, aunque para las próximas horas se espera que interpongan recursos de casación los querellantes y el Ministerio Público Fiscal. Se desconoce por el momento si se pedirá que el recurso tenga o no efecto suspensivo sobre la continuidad del juicio.

La audiencia comenzó con más de una hora y media de retraso, debido a que el Servicio Penitenciario Provincial había omitido buscar a uno de los imputados, Julio César Rodríguez, en su vivienda de Posadas 325 de Concepción del Uruguay, donde cumple prisión domiciliaria. Este olvido motivó un llamado de atención al personal penitenciario de parte la presidenta del Tribunal Oral Federal, Lilia Carnero.

Ayer era el momento de la introducción de los planteos preliminares, pero ninguna de las partes lo utilizó. En este caso, los defensores no realizaron los acostumbrados pedidos de prescripción de la acción penal o de incompetencia del tribunal. Luego se leyó el resumen de las imputaciones a cada uno de los represores.

Al momento de las declaraciones indagatorias, los expolicías provinciales Juan Carlos Mondragón y Marcelo Alfredo Pérez se abstuvieron de hacerlo, el exmilitar Santiago Carlos Héctor Kelly Del Moral dijo que lo hará más adelante, los exmilitares Naldo Miguel Dasso, Juan Miguel Valentino y Harguindeguy manifestaron que decidirán luego de hablar con sus defensores, mientras que los expolicías federales Francisco Crescenzo y Rodríguez se limitaron a expresar que van a “seguir las recomendaciones” de sus abogados.

Datos personales
La interrogación a los procesados sobre sus datos personales permitió conocer algunas referencias de cada uno de los represores. Por ejemplo, Harguindeguy dijo que solo es propietario de una tumba en Jardín de Paz y una cochera. Además describió que tiene otras cinco causas abiertas por delitos de lesa humanidad, una de ellas por el Plan Cóndor –elevada a juicio oral pero sin fecha de inicio, dijo– y otra por el asesinato del obispo riojano Enrique Angelelli. El de Paraná es su primer juicio.

Dasso, quien fuera jefe del Regimiento de Concordia, dijo que mientras se sustancia el debate reside en Ambrosetti 1307 de Paraná, a metros de Rondeau. Valentino, quien comandaba el Escuadrón de Gualeguaychú y usa el apodo de Tito, lo hace en Urquiza 679 planta baja B de esta capital.

Por su parte, el exjefe de Seguridad y Operaciones de la Departamental Gualeguaychú de la Policía de Entre Ríos, Juan Carlos Mondragón, hizo alarde de su trayectoria como cantautor y compositor con el pseudónimo de Juan del Gualeyán, y creyó necesario contarle a los jueces que trabajó con muchos poetas “de distintos países y distintas ideologías”. También detalló que tiene cuatro hijos, todos activos o retirados de las fuerzas de seguridad de la Provincia, y que actualmente vive en la localidad de Médanos.

Otro que se explayó al dar sus datos personales fue Crescenzo, exjefe de la Delegación Concepción del Uruguay de la Policía Federal, quien dijo que dedicó gran parte de su vida al arte de la escultura y, desafiante, comentó que fue compañero de estudios del escritor desaparecido Haroldo Conti, en el Seminario Metropolitano Pontificio de Villa Devoto, en la Ciudad de Buenos Aires. Cuando le preguntaron si tenía bienes, contestó que es propietario de un Ford Falcon modelo 1972.

Por su parte, Rodríguez, exsargento de la misma delegación de la Federal, negó que sea apodado El Moscardón Verde, como lo llaman sus víctimas de secuestros y torturas. Dijo que tiene dos sobrenombres: Boquita y Tijereta.

Kelly del Moral, exjefe de la sección Exploración del Regimiento de Gualeguaychú, declaró como domicilio un barrio cerrado de la zona norte del conurbano bonaerense.

En este proceso se juzgan numerosos secuestros, torturas, allanamientos ilegales y cuatro desapariciones forzadas: las de los concordienses Sixto Zalasar y Julio Alberto Solaga y los gualeguaychuenses Norma Beatriz González y Oscar Alfredo Dezorzi. Se trata de tres expedientes acumulados, uno por cada una de las ciudades donde se cometieron los delitos: Concepción del Uruguay, Concordia y Gualeguaychú.

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